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Una luz tenue y cálida, o densa y fría. Una sombra, un detalle. Composición, color, contraste, etc.
Son muchas las características y opciones que manejamos a la hora de elaborar una imagen, pero el objetivo siempre es el mismo: que quien la observe desee formar parte de ella.
Contar una historia sobre un edificio, una vivienda o un espacio. Explicar el porqué de su ubicación, de su morfología, de sus materiales. ¿Por qué esta edificación resalta sobre su entorno o por qué se mimetiza?
Siempre es necesaria una historia que narrar para ensalzar y contextualizar tu proyecto.
Pasear virtualmente por tu proyecto, ver sus detalles, la distribución del espacio y sentir cómo entra la luz del atardecer, todo esto puedes verlo antes de que realmente suceda.
Date una vuelta por tu idea.
Introducirse en el proyecto y, lo más importante, interactuar con él, moverse con libertad y vivir lo que todavía no ha sido construido.
La capacidad inmersiva de la realidad virtual te transportará a una realidad futura.
Anticípate.
Si deseas aprender a realizar tus propias imágenes, vídeos, fotomontajes, etc… puedes ponerte en contacto con nosotros y te informaremos sobre los cursos formativos que impartimos a lo largo del año.